Enfermedades

Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego

Como todo ser vivo, los seres humanos estamos expuestos a una gran cantidad de enfermedades, obviamente, ya sea por el inevitable paso de los años, por condiciones externas o simplemente, venimos con fallas “de fabrica”, el caso es que, todos, sin exclusión, estamos expuestos a enfermarnos alguna vez en la vida.
Sabemos que existen “enfermedades graves y no tan graves”, y que algunas, “son evitables” en la medida que tengamos conciencia de que existen y estamos consientes de que “solo algunas” son contagiosas.
En las enfermedades menores, pero contagiosas, encontramos una gran cantidad de variedades, (la gripe, la varicela, etc.), que si son debidamente controladas y a tiempo, no representan mayor peligro para nuestro organismo, sabemos también, que hay algunas graves, como el sida, la hepatitis c, que se convierten en verdaderos infiernos, tanto para quienes las padecen, como para sus familiares y que, a la postre, lamentablemente, generalmente terminan con la muerte del enfermo, lo bueno, es que afortunadamente podemos “cuidarnos” de ellas, ya que el contagiarnos o no, depende exclusivamente de cada uno de nosotros.
Las llamadas “enfermedades catastróficas” como el cáncer, la leucemia o la temida fibrosis quistica, son causales de verdaderos desastres para los enfermos, tanto física como económicamente, y desafortunadamente, hasta la fecha, no existe ni cura, ni una explicación clara de el por qué se producen, solo sabemos sus efectos y su desenlace.
En definitiva, estamos expuestos diariamente a contagiarnos o a ser diagnosticados de alguna de estas calamidades, sin embargo, en nuestros tiempos, cada vez se están haciendo mas comunes las llamadas “enfermedades sicológicas” , siendo el estrés y la depresión las mas comunes en estos días.
De ellas, solo se sabe de algunos de sus síntomas, ya que debido a que son “nuevas en estos tiempos”, nadie esta totalmente seguro de su sintomatología o de sus efectos en el paciente.
De ahí a que talvez podrían considerarse como una de las mas graves, porque silenciosamente comienzan a apoderarse de nuestro diario vivir y si no son detectadas a tiempo, se instalan en forma definitiva en nuestras vidas, siendo causales de numerosos efectos nocivos y perjudiciales.
Sin desmerecer la gravedad de ninguna enfermedad, y considerando que es nuestro cerebro el mentor de todos nuestros actos, pensamientos, ejecuciones, estados de animo e inteligencia, deberíamos concluir, entonces, que tanto el estrés como la depresión son, sin duda, enfermedades que afectan todo nuestro cuerpo, sin excepción y además de eso, nuestro diario vivir, por ejemplo: una persona deprimida pierde el apetito y con ello el animo, que significa esto, que deja de alimentarse y queda expuesto, sin intención, a enfermarse de cualquier otra enfermedad mayor, y en un caso de estrés, el efecto, es en el sistema nervioso central, lo que genera diversos tipos de enfermedades nerviosas, colon irritable, exemas, ulceras, en fin, tener alguna patología de este tipo no controlada a tiempo, nos lleva directamente a el karma de alguna patología mayor.
Es por esto, que talvez, estas “enfermedades nuevas” , sean tan o mas graves que las enfermedades catastróficas, porque como su sintomatología es desconocida, podemos estar totalmente enfermos y no darnos cuenta.
Es raro ir dos o tres veces al año a hacernos un chequeo general, y mas raro aún seria ir a visitar aun siquiatra, que nos diga como estamos anímicamente o como marchan nuestros nervios, lo que quiere decir, que el problema radica en la irresponsabilidad de cada uno de nosotros, tanto para con nuestro cuerpo, como para con nuestra mente, y mas aun, los tratamientos sicológicos son tan caros, que a veces, lo mejor es “meter la patitas al agüita del mar” en vez de comprar las recetas.
Deberíamos exigir un plan de salud mental mas barato, que nos permita chequearnos de vez en cuando e informarnos mas al respecto, porque una simple pesadilla, podría ser el aviso de que estamos a las puertas de un desastre.