"De todo y para todos"

Pueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija a una o a otra.

Henrik Johan Ibsen (1828-1906) Dramaturgo noruego.

Cuando llegamos a este mundo, nos encontramos con la noticia de que tenemos padres, hermanos, abuelos, en fin, un montón de gente relacionada con nosotros, además de eso, nos toca resignarnos al país, a la raza, al estrato social y a las fecha que nos toco “visitar este planeta feroz” y ante eso, no podemos hacer nada.
Afortunadamente, a lo largo de la vida, se nos da la posibilidad de tener opinión y definitivamente “poder de elección” y para hacerlo, tenemos un “pequeño detector”, que es único, especial y personal, y que, en definitiva, es lo que aplicamos cada vez que nos toca decidirnos por algo o por alguien, le llamamos “gustos” .
Es por todos sabido, que al momento de elegir, la premisa que se utiliza, es siempre, “la opción de cada uno”, pero..... ¿Hay algún factor común en cosa de gustos?
Cuando vamos de compras, en todas las vitrinas, lo primero que encontramos es “la moda”, que es generalmente, lo mas lindo y lo mas moderno y “para muchos tipos de gustos”, vemos, que desde una simple cuchara de te, hasta un computador, lo que el mercado nos ofrece, ¡siempre! esta ligado a ello, y donde quiera que vayamos , nos encontramos con “las mismas cosas”, entonces, “el gusto”, va acompañado de “otras prioridades ”, como las opciones de pago, la calidad del producto, etc., al final, después de esta fusión entre el gusto, prioridades y moda, terminamos decidiéndonos por “lo mas conveniente”, y este resultado se convierte en “un factor común” para nosotros, es por esto que si nos damos un paseo por la cuidad, nos daremos cuenta de que hay mucha gente vistiendo igual y muchos hogares que tienen los mismos electrodomésticos.
Para aquellos que “no les gusta la moda”, también existen otras alternativas, tanto en precios, variedades y “opciones”.
Esta sociedad conoce muy bien lo que nos agrada y por lo tanto nos da la posibilidad de “elegir a nuestro gusto”.
El caso es diferente al momento de relacionarnos con las personas,
porque “las premisas” cambian, y, auque el gusto es inherente a la búsqueda, dependiendo de “lo que necesitemos” es el criterio que aplicamos y el sentimiento que surge..
Por ejemplo, cuando buscamos trabajo, no importa si “gustamos mucho” de los compañeros , la idea es trabajar, cuando buscamos amigos, siempre, tratamos de que sean “compatibles” con nosotros, ya que los amigos “son la familia que uno elige”, por lo tanto, es la única posibilidad de elección de familia que tenemos en la vida, los que querremos por voluntad propia, “y tiene que ser buena”.
El caso es totalmente diferente cuando se trata de buscar parejas, porque ahí, nuestro poder de “elección” es neutralizado por algo mas fuerte, “El Amor” y así como no podemos elegir la familia que nos toco, tampoco podemos elegir de quien enamorarnos, porque el sentimiento es innato.
En este caso, nuestro detector” también, tiene algunas preferencias, y “como en la moda”, igualmente hay “cierto factor común”, al momento de “vitrinear”, pechos grandes, músculos bien formados, piernas atléticas, traseros “contundentes”, en fin, características físicas que son de “todos los gustos”, no obstante, para decidirnos, éstas, tienen que ir acompañados de “otras prioridades”, la madurez, la bondad, la consecuencia, etc, que consideramos, son mínimas aptitudes humanas.
Lo extraño, es que acá interviene “algo mas”, que curiosamente no tiene explicación, “Ese que se yo”, que es, lo que en definitiva, gatilla al enamoramiento.
Finalmente, si existe un factor común en cosa de gustos, ya sea en es aspecto carnal o en lo que se refiere a objetos, y es “simplemente”, el poder de elección y la variedad para hacerlo, porque, afortunadamente, “siempre hay para todos los gustos”.
Lo mejor de todo , para aquellos que no estamos “en la lista de la moda” , es que “¡en gustos no hay nada escrito!”, y con que tengamos “ese que yo” igual “estaremos en vitrina”.