"...les das la mano y..."
Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
En nuestro país, hace muy poco, salió una nueva ley para los fumadores, el caso, es que de ahora en adelante esta estrictamente prohibido fumar en establecimientos públicos, escuelas y lugares cerrados, buena noticia para los “no fumadores”, que a fin de cuentas, son los mas perjudicados, entonces, los fumadores deberán preocuparse de “no fumar” en cualquier parte, y los “no fumadores” deberán ejercer sus derechos, denunciando a los que no cumplan con la ley, para que reciban “su parte” correspondiente , a esto le llamaremos “cultura fumadora”, ¿o debería llamarse “cultura general?”.
Este fin de semana, el colegio de mi hijo, ofreció para todos los apoderados la fiesta de culminación del aniversario numero 16 de la escuela, y el centro de padres se encargo de todos los detalles. Cuando los preparativos estaban listos, algunos apoderados se acordaron de un ”gran detalle”: “¡Aquí no se puede fumar!. Por eso, rápidamente se hicieron grandes letreros (muy grandes y de colores), donde se anunciaba la clásica frase: “Prohibido Fumar”, lo que fueron pegados dentro del recinto donde era la fiesta (estadio techado).
Amablemente, el director del colegio “se paleteo” y autorizo que se acondicionara un lugar especial para los “fumadores”, el problema es que era fuera del recinto y aunque no estaba lejos, era una lata tener que salir a fumar afuera, pero bueno, “por lo menos dejaron fumar”.
Carteles pegados, orquesta instalada, apoderados listos y el tesorero del centro general de padres da la bienvenida, comienza la fiesta y la orquesta toca los clásicos bailables (“...un año mas, que mas da...., son quince, son veinte...”), todo bien, porque cada persona que quería fumar, “a regañadientes”, pero cumpliendo con la regla, calladito y sin decir “ni pió”, salía a fumar a fuera, hasta ahí, la cosa estaba bien, es mas, “súper bien”...
Dos hora mas tarde, había más gente en la sección fumadores que en el baile, y aunque había un “tarro gigante de basura” acondicionado como “cenicero”, el sembradío de puchos era increíble, “respetaban la regla, pero no la higiene”.
12 de la noche, y a un apoderado se le “subió un poquito la comida” y ya no quiso salir a fumar afuera, disimuladamente, “de a poquito”, empezó a prender su cigarrito, y como si el humo fuera invisible, “juraba que nadie lo veía”...
Increíblemente, solo basto con que “uno se portara mal” para que, “los que se dieron cuenta”, aplicaran “el viejo proverbio chino”, “Si no puedes con ellos, ¡úneteles!”, al final, todos prendieron sus “puchos” y como los “no fumadores” no reclamaron, el lugar se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en la “sección fumadores”, en resumen, “nadie acato la regla hasta el final”
Al otro día, cuando había que ir a ordenar, la evidencia era clara, colillas de cigarro regadas por todos lados, en la sección fumadores y en la sección no fumadores, el pucherio era igual, ni siquiera se salvaron los baños y el de las damas era el mas sucio.
¿Por qué pasa esto?
Falta de respeto, “les das la mano y se toman el pie” , aprovechamos todas las oportunidades para “hacer de las nuestras” y creernos “los mas regios” porque infringimos algunas reglas e insistimos en destruir todo lo que se nos da, sin importar el lugar en el que estamos y nos escondemos detrás de “unos tragos de mas” para hacer estupideces.
¿Por qué no se respetan las normas?
Seguramente es innato en nosotros “no hacer caso”, o si no, recuerden lo que le paso a Adán y Eva, y eso posiblemente sea inevitable, pero por lo menos deberíamos “ser mas ubicados”, saber donde portarse mal y donde portarse bien, aplicar el proverbio chino para otras cosas mas importantes (como arreglar el mundo por ejemplo), y definitivamente, reclamar cuando algo no nos parece justo, porque quizás así, los “no fumadores” no habrían tenido que “llenarse los pulmones” de humo gratuitamente, y no le darían “en el gusto” a aquellos “patudos sin respeto” que solo quieren hacer su voluntad, sin importarles a quien se lleven por delante.
Parece que el “gusto de hacer maldades” es tan delicioso que cada vez que existe la oportunidad de hacerlo, no hay duda, el pensamiento se viene como rayo: “¿Y si no quiero?”.
Lo simpático es que si nos dicen “SI se puede”, no lo hacemos, porque consideramos esa frase como una “orden”, entonces “para no hacer lo que dicen las reglas”, nos portamos bien y no hacemos ninguna maldad.
Seguramente, en todos lados hay alguna de esas personas que se porta bien y trata de vivir en paz, de esas que porque cumplen con las reglas de el sistema son fomes, de esas que porque no se unen a grupos de “maldadosos” son cartuchas, de esas que Si son tontas, porque a la hora de defender sus derechos, prefieren callarse para “evitar problemas”
¿Como a alguien no se le ocurre hacer las reglas al revez?
Que diga “Si pasar”, para que no pase, “Si botar basura”, para que no vote, “Si cruzar con rojo”, para que cruce con verde, “Si fumar el las escuelas”, para que no fumen...
¡El próximo año, el director “nica” va a dejar fumar otra vez, y yo que “me porte bien”, voy a tener que pagar “el pato” y fumar cuando termine la fiesta!
Este fin de semana, el colegio de mi hijo, ofreció para todos los apoderados la fiesta de culminación del aniversario numero 16 de la escuela, y el centro de padres se encargo de todos los detalles. Cuando los preparativos estaban listos, algunos apoderados se acordaron de un ”gran detalle”: “¡Aquí no se puede fumar!. Por eso, rápidamente se hicieron grandes letreros (muy grandes y de colores), donde se anunciaba la clásica frase: “Prohibido Fumar”, lo que fueron pegados dentro del recinto donde era la fiesta (estadio techado).
Amablemente, el director del colegio “se paleteo” y autorizo que se acondicionara un lugar especial para los “fumadores”, el problema es que era fuera del recinto y aunque no estaba lejos, era una lata tener que salir a fumar afuera, pero bueno, “por lo menos dejaron fumar”.
Carteles pegados, orquesta instalada, apoderados listos y el tesorero del centro general de padres da la bienvenida, comienza la fiesta y la orquesta toca los clásicos bailables (“...un año mas, que mas da...., son quince, son veinte...”), todo bien, porque cada persona que quería fumar, “a regañadientes”, pero cumpliendo con la regla, calladito y sin decir “ni pió”, salía a fumar a fuera, hasta ahí, la cosa estaba bien, es mas, “súper bien”...
Dos hora mas tarde, había más gente en la sección fumadores que en el baile, y aunque había un “tarro gigante de basura” acondicionado como “cenicero”, el sembradío de puchos era increíble, “respetaban la regla, pero no la higiene”.
12 de la noche, y a un apoderado se le “subió un poquito la comida” y ya no quiso salir a fumar afuera, disimuladamente, “de a poquito”, empezó a prender su cigarrito, y como si el humo fuera invisible, “juraba que nadie lo veía”...
Increíblemente, solo basto con que “uno se portara mal” para que, “los que se dieron cuenta”, aplicaran “el viejo proverbio chino”, “Si no puedes con ellos, ¡úneteles!”, al final, todos prendieron sus “puchos” y como los “no fumadores” no reclamaron, el lugar se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en la “sección fumadores”, en resumen, “nadie acato la regla hasta el final”
Al otro día, cuando había que ir a ordenar, la evidencia era clara, colillas de cigarro regadas por todos lados, en la sección fumadores y en la sección no fumadores, el pucherio era igual, ni siquiera se salvaron los baños y el de las damas era el mas sucio.
¿Por qué pasa esto?
Falta de respeto, “les das la mano y se toman el pie” , aprovechamos todas las oportunidades para “hacer de las nuestras” y creernos “los mas regios” porque infringimos algunas reglas e insistimos en destruir todo lo que se nos da, sin importar el lugar en el que estamos y nos escondemos detrás de “unos tragos de mas” para hacer estupideces.
¿Por qué no se respetan las normas?
Seguramente es innato en nosotros “no hacer caso”, o si no, recuerden lo que le paso a Adán y Eva, y eso posiblemente sea inevitable, pero por lo menos deberíamos “ser mas ubicados”, saber donde portarse mal y donde portarse bien, aplicar el proverbio chino para otras cosas mas importantes (como arreglar el mundo por ejemplo), y definitivamente, reclamar cuando algo no nos parece justo, porque quizás así, los “no fumadores” no habrían tenido que “llenarse los pulmones” de humo gratuitamente, y no le darían “en el gusto” a aquellos “patudos sin respeto” que solo quieren hacer su voluntad, sin importarles a quien se lleven por delante.
Parece que el “gusto de hacer maldades” es tan delicioso que cada vez que existe la oportunidad de hacerlo, no hay duda, el pensamiento se viene como rayo: “¿Y si no quiero?”.
Lo simpático es que si nos dicen “SI se puede”, no lo hacemos, porque consideramos esa frase como una “orden”, entonces “para no hacer lo que dicen las reglas”, nos portamos bien y no hacemos ninguna maldad.
Seguramente, en todos lados hay alguna de esas personas que se porta bien y trata de vivir en paz, de esas que porque cumplen con las reglas de el sistema son fomes, de esas que porque no se unen a grupos de “maldadosos” son cartuchas, de esas que Si son tontas, porque a la hora de defender sus derechos, prefieren callarse para “evitar problemas”
¿Como a alguien no se le ocurre hacer las reglas al revez?
Que diga “Si pasar”, para que no pase, “Si botar basura”, para que no vote, “Si cruzar con rojo”, para que cruce con verde, “Si fumar el las escuelas”, para que no fumen...
¡El próximo año, el director “nica” va a dejar fumar otra vez, y yo que “me porte bien”, voy a tener que pagar “el pato” y fumar cuando termine la fiesta!
