El Maltrato...
El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.
Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.
Recordando la horrible situación que viví hace unos días, me puse a pensar en todo lo que significa “El Maltrato”, y pude darme cuenta de que, en nuestra sociedad, ese karma, para algunas personas, se esta convirtiendo en un circulo vicioso.
El problema comienza en la niñez, aquellos niños que son maltratados sistemáticamente, tanto física como sicológicamente, ya sea por los padres, amigos o algún otro familiar, genera que la relación niño-maltrato poco a poco se este convirtiendo en un hecho totalmente normal y cotidiano para ellos e increíblemente, hay algunas personas que lo consideran necesario en algunos casos
Se sabe que las personas maltratadas desde niños, tienen una autoestima muy disminuida, no saben lo que significa el amor por si mismos y el respeto que merece todo ser vivo, aquellos niños criados en el seno de una familia maltratadora, se convierten en adolescentes extremos y desequilibrados, es decir, pueden ser increíblemente tímidos como también unos rebeldes sin causa, la diferencia radica en el grado de cultura que tengan a su alrededor.
Las mujeres maltratadas sufren de un síntoma rarísimo llamado (según yo) “Culpavilitis crónica”, porque debido a su baja o mas bien nula autoestima, de victimas inocentes pasan a ser causantes de su desgracia, hay estudios al respecto que dicen que las personas maltratadas tienden a culparse por todo lo que les sucede y se sienten merecedores de todo cuanto pudiera hacerles el agresor.
Los niños maltratados, viven la agonía de, además de sufrir con los golpes, sentir que no son queridos por los padres y se dice, que el padre, es mas castigador que la madre, porque como hombre, tiene poco control sobre su ira y descarga en sus hijos toda la rabia y desazón que siente al enfrentarse a una situación lamentable, como no tener trabajo, vivir en la pobreza o ser discriminados, obviamente a este dilema se le acoplan ciertos factores como el alcoholismo o la drogadicción, estos, son agentes claves que intervienen en el desarrollo y gravedad de estos actos injustificados, los hijos de padres alcohólicos o drogadictos, son vejados con mayor crueldad, por sus progenitores cada vez que estos están bajo los efectos de alguna de estas drogas.
Lo peor de todo, es que no importando la causa o el tipo de maltrato, la victima, a la larga, siempre termina convirtiéndose en victimario, impidiendo cortar de raíz con todo esto, una mujer maltratada al momento de embarazarse inmediatamente se convierte en verdugo de su hijo, porque lo ve como fuente de desahogo para toda su ira y rabia contenida, y este crece creyendo que ser maltratado es algo normal.
El caso de los hombres maltratados por sus esposas es algo que también se esta acrecentado, cada vez, mas mujeres, se convierten en bestiales madres de familia que golpean brutalmente a sus maridos, cuando, a su juicio, estos le faltan el respeto o se portan mal, estos hombres, muy pocas veces denuncian estos eventos, la vergüenza de declarar que fueron golpeados por una mujer los supera, y que fuera “precisamente su esposa”, es razón suficiente como para que, en esta sociedad machista, el hombre prefiera morderse los labios y aguantar dignamente el martirio, el caso es parecido en las mujeres, muchas esposas que son brutalmente maltratadas por sus maridos, nunca denuncian esta fechoría, porque ser expuestas públicamente a la vergüenza de la insinuación de su culpabilidad en los abusos, las aleja de la ley.
En definitiva, el problema es enorme y difícil de resolver, se nace maltratado, se crece sometido, se elimina la autoestima y en el matrimonio, se juegan dos roles, victima de el marido o la esposa y victimario de los hijos, en fin, el karma se trasmite de generación en generación.
Se dice que de cada 10 niños, 7 son maltratados en su hogar, esto es una estadística demasiado escalofriante si consideramos que las leyes nos deberían proteger ante esto, y efectivamente, así es, pero, suele suceder, que el fiscal que recibe la denuncia, a veces, esta escribiendo la historia en su carpeta y las victimas, talvez cobardemente, retiran su acusación, la justicia esta siendo entorpecida por tramites sin terminar, que ocupan su tiempo en vano, las victimas tienen la obligación de hacen saber sus molestias y seguir hasta el final con su grito de justicia, pero esto no se conseguirá nunca, si no saben sus derechos.... pero, como van a saber sus derechos si ni siquiera tienen conciencia de que son seres humanos respetables!!
Y esto sigue y sigue y pareciera ser inherente a la sociedad que esta perdiendo sus valores y el respeto tanto personal como para con los demás, talvez la única solución tenga que venir de nuestros gobernantes, talvez estas nuevas leyes que protegen los derechos de las victimas, además de protegerlas de los agresores, también tengan que protegerlas de ellas mismas, que a la postre, son las que se causan el mayor daño que puede sufrir un ser humano, “No respetarse y dejarse atropellar”, entonces, inventar una ley que “Obligue” a todas las victimas a denunciar y a no dejarse amedrentar nunca por nadie.
El problema comienza en la niñez, aquellos niños que son maltratados sistemáticamente, tanto física como sicológicamente, ya sea por los padres, amigos o algún otro familiar, genera que la relación niño-maltrato poco a poco se este convirtiendo en un hecho totalmente normal y cotidiano para ellos e increíblemente, hay algunas personas que lo consideran necesario en algunos casos
Se sabe que las personas maltratadas desde niños, tienen una autoestima muy disminuida, no saben lo que significa el amor por si mismos y el respeto que merece todo ser vivo, aquellos niños criados en el seno de una familia maltratadora, se convierten en adolescentes extremos y desequilibrados, es decir, pueden ser increíblemente tímidos como también unos rebeldes sin causa, la diferencia radica en el grado de cultura que tengan a su alrededor.
Las mujeres maltratadas sufren de un síntoma rarísimo llamado (según yo) “Culpavilitis crónica”, porque debido a su baja o mas bien nula autoestima, de victimas inocentes pasan a ser causantes de su desgracia, hay estudios al respecto que dicen que las personas maltratadas tienden a culparse por todo lo que les sucede y se sienten merecedores de todo cuanto pudiera hacerles el agresor.
Los niños maltratados, viven la agonía de, además de sufrir con los golpes, sentir que no son queridos por los padres y se dice, que el padre, es mas castigador que la madre, porque como hombre, tiene poco control sobre su ira y descarga en sus hijos toda la rabia y desazón que siente al enfrentarse a una situación lamentable, como no tener trabajo, vivir en la pobreza o ser discriminados, obviamente a este dilema se le acoplan ciertos factores como el alcoholismo o la drogadicción, estos, son agentes claves que intervienen en el desarrollo y gravedad de estos actos injustificados, los hijos de padres alcohólicos o drogadictos, son vejados con mayor crueldad, por sus progenitores cada vez que estos están bajo los efectos de alguna de estas drogas.
Lo peor de todo, es que no importando la causa o el tipo de maltrato, la victima, a la larga, siempre termina convirtiéndose en victimario, impidiendo cortar de raíz con todo esto, una mujer maltratada al momento de embarazarse inmediatamente se convierte en verdugo de su hijo, porque lo ve como fuente de desahogo para toda su ira y rabia contenida, y este crece creyendo que ser maltratado es algo normal.
El caso de los hombres maltratados por sus esposas es algo que también se esta acrecentado, cada vez, mas mujeres, se convierten en bestiales madres de familia que golpean brutalmente a sus maridos, cuando, a su juicio, estos le faltan el respeto o se portan mal, estos hombres, muy pocas veces denuncian estos eventos, la vergüenza de declarar que fueron golpeados por una mujer los supera, y que fuera “precisamente su esposa”, es razón suficiente como para que, en esta sociedad machista, el hombre prefiera morderse los labios y aguantar dignamente el martirio, el caso es parecido en las mujeres, muchas esposas que son brutalmente maltratadas por sus maridos, nunca denuncian esta fechoría, porque ser expuestas públicamente a la vergüenza de la insinuación de su culpabilidad en los abusos, las aleja de la ley.
En definitiva, el problema es enorme y difícil de resolver, se nace maltratado, se crece sometido, se elimina la autoestima y en el matrimonio, se juegan dos roles, victima de el marido o la esposa y victimario de los hijos, en fin, el karma se trasmite de generación en generación.
Se dice que de cada 10 niños, 7 son maltratados en su hogar, esto es una estadística demasiado escalofriante si consideramos que las leyes nos deberían proteger ante esto, y efectivamente, así es, pero, suele suceder, que el fiscal que recibe la denuncia, a veces, esta escribiendo la historia en su carpeta y las victimas, talvez cobardemente, retiran su acusación, la justicia esta siendo entorpecida por tramites sin terminar, que ocupan su tiempo en vano, las victimas tienen la obligación de hacen saber sus molestias y seguir hasta el final con su grito de justicia, pero esto no se conseguirá nunca, si no saben sus derechos.... pero, como van a saber sus derechos si ni siquiera tienen conciencia de que son seres humanos respetables!!
Y esto sigue y sigue y pareciera ser inherente a la sociedad que esta perdiendo sus valores y el respeto tanto personal como para con los demás, talvez la única solución tenga que venir de nuestros gobernantes, talvez estas nuevas leyes que protegen los derechos de las victimas, además de protegerlas de los agresores, también tengan que protegerlas de ellas mismas, que a la postre, son las que se causan el mayor daño que puede sufrir un ser humano, “No respetarse y dejarse atropellar”, entonces, inventar una ley que “Obligue” a todas las victimas a denunciar y a no dejarse amedrentar nunca por nadie.
