Trabajo en Equipo

Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.

John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) Político estadounidense.

Para montar nuestra obra de teatro,” tenemos que hacer la escenografía..”.
Hay que estar preparados.
¡Buena noticia! “Tenemos cuatro semanas para hacerlo....”
Pensé, “solo cosa de juntarnos todos una tardecita, traer los materiales y empezar a trabajar”.
Lamentablemente, “no es lo único que hay que hacer...”
Lo primero, es ponerse de acuerdo, ¡y eso sí que es difícil!.
¿Por que será que cada vez que un grupo de personas se juntan para hacer algo... de todas las ideas.... “ninguna es mejor que la otra”?
Para poner un poco de orden y ahorrar tiempo, decidimos escribir en papel “tooooodas las ideas”, entonces, “Democráticamente”, hacer una votación, y como en democracia ”mayoría gana” consideramos que seria mas justo decidirlo así. Lo malo fue que a la hora de votar, increíblemente, ¡cada uno voto por su idea!.
¿Nadie sabe lo que es “trabajo en equipo”?
Cinco minutos antes de irnos llegamos a un acuerdo, “Haremos lo que sea mas barato”. ¡Que bien!!, sabia decisión, (“seguramente nos habríamos ahorrado muchas discusiones si se hubiésemos pensado en eso antes”) ¡Espero que no tener problemas cuando sepan de quien es la idea mas barata!
Por motivos de trabajo y deberes de todos, solo podremos juntarnos “una vez a la semana” , por eso, a la semana siguiente nos vemos las caras.
¿Empezamos?. No....
Algunos vienen con “otras ideas” .
-“En mi casa hay mas espacio...”- “¡Deberíamos contratar a un carpintero!”- “Hagamos algo sencillo, no hay para que complicarse tanto”- “Yo no debería ayudar, soy el actor mas importante”-.
Por fin, decidimos, “Vamos a juntarnos en la casa del que viva mas cerca del lugar del estreno, así, será mas fácil el traslado”, “No tenemos plata para pagarle a nadie y para no ver caras largas, ¡el que quiere venir viene!”.
Lo malo, es que el que vive mas cerca ¡no vino!, ¿Y si después no quiere?
Discusiones mas, discusiones menos, al final, “otro día perdido”.
Siguiente semana.
Afortunadamente y el que “vive mas cerca si quiso” y estamos todos en su casa, por fin, empezamos...
El plano esta mas o menos claro, hay que seguir las indicaciones, medir y cortar los palos, cortar la madera clavar y pintar.
Para hacer la cosa mas entretenida, alguno cuenta un chiste o una “talla” que le paso el día anterior, y entre risas y “risotadas”, el trabajo se mas entretenido, pero mas lento.
¡Solo alcanzamos a cortar diez palos... de cincuenta!. “Un día a medias”
Queda poco tiempo, ¡hay que juntarse mas seguido!.
Por eso, al otro día volvemos, ahora sí estamos todos decididos a trabajar duro y terminar, quedan pocos días para el estreno y el director dice que por lo menos antes de estrenar, hay que hacer un ensayo general con escenografia y todo.
Hay que apurarse.
Pero, ¿por que cada vez que trabajamos apurados nos ponemos de mal humor?
Un compañero se martilla un dedo, otro se cae entre los palos, el otro reclama porque dice que esta trabajando mas que todos y hay uno que dice que esta quedando todo mal hecho. Día trabajado pero “todos enojados”.
Por fin terminamos.
Ensayo general perfecto y para el estreno, lleno total.
El publico y las autoridades nos felicitan, estamos todos felices, nos olvidamos de las peleas y volvemos a ser amigos (o para algunos “buenos compañeros”)
Ya mas tranquila.
Creo que esto de trabajar en equipo es cosa difícil, hay que tener la madurez suficiente para escuchar, entender y aceptar todo tipo de opiniones, dejar la soberbia y entender que si estamos todos en el mismo barco y queremos conseguir algo, tenemos que hacerlo nosotros mismos y definitivamente, “remar para el mismo lado”, sin boicotear al otro, sin reírse de sus falencias y sobretodo, sin creerse mas ni menos y aceptar que todos somos iguales, estamos en las mismas condiciones y tenemos los mismos derechos.
¿Será posible lograrlo?
Por las dudas, para la próxima, vamos a repartirnos el trabajo, cada uno se encargará de algo especifico y “confiaremos en el criterio personal de cada uno”, después, cuando nos juntemos, armaremos “el rompecabezas”.
¡Todo sea por no volver a “agarrarnos de las mechas”!