"La vida, mi vida, tu vida, ¡Nuestra Vida!"

Aveces tenemos que "parar de vivir como locos" y detenernos "un ratito" para "refleccionar" sobre cosas "no tan interesantes, pero si mas cotidianas. "La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te toca" Forest Gamp

viernes, septiembre 01, 2006

¿Calidad o Cantidad?


Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo. Woody Allen (1935-?) Actor,director y escritor estadounidense
Para el ser humano, el sexo, además de ser la base de la procreación (como en los animales) es también, una fuente inagotable de placer y desahogo para “ciertas pasiones”.
Sabemos que no existe nada mas “reconfortante” que una buena noche (día, mañana o tarde) de sexo, para que se nos arregle la cara, nos cambie el genio y nos suba el animo, incluso algunos estudios dicen que estimula el brillo de la piel, mejora el pelo, sirve como ejercicio para quemar calorías, en fin, el caso, es que tiene millones de beneficios para aquellos que “tienen la suerte” de practicarlo regularmente.
Cuando “las hormonas se alborotan”, es muy difícil no hacerles caso, entonces cada uno busca la forma de “darle al cuerpo lo que pide”.
El “casado(a)” se pone “romanticon”, le hace unos cariñitos a la pareja y se dirige “raudo” a el nicho matrimonial; el que esta “ennoviado(a) o pololeando”, espera que los papas no estén en casa o agarra el auto y se “va a lo oscurito”, hace promesas de amor y consigue que la pareja le regale ese orgasmo que espero toda la semana; los solteros llaman a una “amiga(o) con ventaja”, para invitarla a “leer” y aprovechar de.... “desordenar la cama”; los “viudos” piden ayuda a “algún vecino”, para que les “eche una manito con la casa”; y “algunos”, buscan formas “mas personales” para solucionar este dilema.
La mayoría de nosotros ya sabe exactamente que hacer en esos momentos...
También hay gente que “no hace caso del alboroto” y simplemente No tiene sexo, por ejemplo curas y monjas (supuestamente) por su boto de castidad, algunos porque tienen algún tipo de disfunción sexual, otros por enfermedad y hasta hay algunos que por voluntad propia, sin que esto necesariamente influya en su vida normal.
Lo importante, es que el sexo es libre, por lo tanto, “cada uno elige si quiere o no hacerlo, con quien, de que forma y con que frecuencia”.
Y... a la hora de hacerlo, que preferimos... ¿Calidad o Cantidad?.
Veamos, para entenderlo mejor, imaginemos que el “sexo es comida”.
Si preferimos “La Calidad”, tenemos que estar concientes de que “de lo bueno poco”, por ejemplo, si vamos a un restauran y queremos comer algo “ exclusivo y exquisito”, como..... “una langosta”; obviamente, al ver “tan increíble y delicioso crustáceo”, ¡solo querremos probarla!, pero no de cualquier forma, nos preocuparemos de muchos detalles, incluso, ¡la comeremos con mayor agrado! y minuciosamente, sin romperla demasiado, despacio, disfrutando al máximo cada trozo de su carne, evitaremos cualquier cosa que nos moleste en ese momento, porque nuestra concentración estará cien por ciento en la langosta, observando sus patitas, su color, su olor, sus antenitas y sus ojos, en ese momento solo existirá la exquisita langosta y nuestro hambre. ¿Por qué?, porque ¡son muy caras! y en ese momento solo puedes comer una, porque quizás sea la única vez que puedas probarla, porque quizás “para la otra”, ¡falte mucho tiempo!, por eso, hay que “aprovechar bien el momento y disfrutarlo a concho”, para que cuando termines, aunque te demores, quedes tranquilo, satisfecho y con el “gustito en la boca” de aquella exquisitez, y obviamente, con la sonrisa en la boca, eso, no lo olvidaras fácilmente y seguramente la sensación de saciedad te durara un buen tiempo, porque estarás tranquilo, saciado y sabiendo que “lo disfrutaste al máximo” y puedes esperar lo que sea necesario para volver a provarla.
Preferir “La Cantidad” es otra cosa, por ejemplo, si a uno le regalan..... “un chocolate”, de esos con nueces y almendras, de esos ricos que tienen olor a leche, de esos que se te hace agua la boca imaginando sentirles el sabor, morder las nueces, “chupetiar” las almendras y esparcirlo por toda la boca , las ganas por comértelo son tan grandes, que te desesperas, por eso, no te das ni cuenta, cuando rápidamente le sacas el papel y lo tragas, completo, con muchas ganas, casi enloquecido y pareces un enajenado devorándolo casi sin respirar, una vez que lo terminas, pese a que solo demoraste unos minutos, te sientes saciado, listo, contento, con fuerzas, lo malo es que todas esas sensaciones se terminan pronto, solo te duran unas horas, pero ¡No importa!, “vamos y compramos otro, nunca se van a acabar”, entonces nos convertimos en adictos, terminamos probando todos los tipos de chocolates, y quedamos tranquilos, porque aunque se terminen rápido, “siempre hay mas”.
En definitiva, parece ser que la calidad y la cantidad son solo “validas” opciones para cada ser humano, porque si el objetivo se cumple en su totalidad, “el consumidor elige lo que le gusta”.
Y si se trata de “preferir”, lo que “SI” debería ser importante, es elegir correctamente “con quien hacerlo”, porque esto, a la hora de “fumar el cigarrito” o “volver a nuestra cama” o “dar el besito de buenas noches”, será lo que nos demuestre que tan “exquisito e importante” es hacer el amor, porque, seamos francos, sin considerar algunos conceptos moralistas o principios de cada uno, en el sexo, la “palabra clave” es EL PLACER...







1 Comments:

Blogger Anita said...

Sabes, te encuentro toda la razón, aunque discrepo un poco, pero solo un poco con el tema del chocolatin, porque te contare que es cierto que lo pruebas y te encanta y te lo devoras rapidamente e incluso te vuelves adicta, pero en mi caso pasa que solo me gusta un chocolate, mi chocolate, y lo mas terrible es que no quiero otro... :(


pero ese ya es cuento aparte, oye me gusta tu blog, me gusta como escribes y quiero que vengas para el 18 mira que ya te echo de menos!

ya Elena, que estes bien, y sigue escribiendo!

1/9/06 1:37 p. m.  

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