El Amor y la Autoestima....

El amor es lo más parecido a una guerra, y es la única guerra en que es indiferente vencer o ser vencido, porque siempre se gana.Benavente

El novio de mi amiga se fue con otra....
La pobre quedo desconsolada, llorando a mares y con una sola pregunta en la cabeza: ¿Qué tiene “ella” que no tenga yo?
Trate consolarla y darle aliento, recurrí a frases tan conocidas como: “No te preocupes, ya vendrá otro mejor”,”No te merecía” ,”No te culpes, de los dos, él fue que perdió”, la vi tan abatida que cuando se fue, me quede pensando....¿Por qué, a veces, nos duele tanto el amor?
Es claro que enamorarse es un “habito” común en los seres humanos y que somos muy perjudicados al momento de terminar y aunque para algunos el “luto” es cosa de unos días, para otros la pena y desazón se hacen eternas.
Increíblemente, este sentimiento nos hace transitar por miles de sensaciones diferentes y es capaz de llevarnos en un segundo del paraíso al infierno.
Y....¿Qué definición le da el ser humano al amor?:
En mi gaveta, encontré a “mi viejo amigo”, el diccionario, y la busque:
“Sentimiento, inclinación o afecto vivo experimentado hacia una persona o cosa”.
Supuse, entonces, que el sufrimiento, la desazón y tristeza eran inherentes al amor, porque al momento de perder a nuestra pareja afloran innatamente y que eso era el “gran problema” de “enamorarse”. .
Pero...
Mas adelante, “en el mismo diccionario”, encontré otra palabrita, muy poco cotizada y bastante olvidada por muchos: Autoestima: “Sentimiento, inclinación o afecto vivo experimentado hacia uno mismo”
¡Bingo!
Todos sabemos, que cuando se trata de “relaciones amorosas”, la “Autoestima”, es el sentimiento mas segregado por los seres humanos, ya que “generalmente”, tendemos a “hacernos a un lado” y concentrarnos en el otro. Ese es exactamente el problema.
Si por un momento, nos tomáramos el trabajo de concentráramos en respondernos algunas preguntas tan fáciles como ¿quién soy?, ¿que quiero?, ¿cuanto valgo?, ¿que tengo y que doy?, ¿de que soy capaz? , nos daríamos cuenta de que ¡No tenemos idea de quienes somos!, por lo tanto, ¡No tenemos autoestima!, entonces, ¿Cómo podemos querer a alguien si nisiquiera nos queremos nosotros mismos? ¿No dicen que tooooodo empieza por casa? ¿No se supone que queriéndose y aceptándose tal cual es, el ser humano podría ser capaz de entregarse como corresponde?
Seguramente, “queriéndonos”, dejaríamos de lado la envidia, el rencor, los celos, el temor, en fin tantos y tantos sentimientos que nos hacen “la vida de cuadritos”, y nuestro sufrimiento, seria menor, porque dándonos el valor que merecemos seriamos personas mas seguras, inteligentes y sobretodo “mas interesantes”, y con la madurez suficiente como para entender realmente lo que es “El Amor”, dándole un significado y un sentido nuevo, no de diccionario, si no de vida, o mejor dicho del fondo del corazón:
“El amor es darse al otro para complementarlo y no tomarlo para complementarse”.
Con este nuevo significado, ya no buscaríamos a nuestra otra mitad, porque no la necesitamos, SI, a nuestra pareja, a nuestro compañero (a) y viviríamos plenos, sin miedo a “terminar”.
Si tenemos claro lo que somos y lo que valemos, el escenario cambia, porque pasamos a ser los protagonistas de nuestra historia y los “rompimientos” no son tan terribles, entonces; no habría resignación, si no entendimiento; no existiría el adiós, si no el hasta pronto; no nos dolería el orgullo, si no el corazón.
Por eso creo que mi amiga “No perdió una relación, solo perdió un hombre....(¡¡¡y de esos hay muchos!!!)” y que “ella” no tiene nada más, ni nada menos de lo que tienen todas mujeres....aunque.... quizás... alguna vez.. “ella” sí se “tomo el trabajo de conocerse, por lo tanto, sabe quien es y lo que vale”. Yo creo que eso es lo que a mi amiga le falta....
Cuando descubrí que “Si el amor comienza por casa, no es tan terrible”, puede dormir tranquila...